Todas las historias tienen un comienzo: un planteamiento, un nudo y un desenlace. Mi historia comenzó poco antes de que me hicieran saber cierto problema que me incitó a practicar deporte.
Me planteé el deporte como fuente de salud, el deporte como fuente de fortaleza, el deporte como fuente de superación personal y de problemas. Esa era mi idea.
Así comencé con este extraordinario grupo de personas, poco a poco y corriendo desde cero, nunca había corrido, uffff!! Comencé sufriendo cada minuto, aprendiendo rudimentos y midiendo las primeras confianzas.
Después del planteamiento, y entrados en el nudo, donde el deporte sigue siendo esencial, va cediendo paso la humanidad, el cariño y el apoyo de mis compañeros de viaje. A una Diana y a un “Abas” siempre pendientes de nuestras necesidades, de nuestra evolución, exigiendo pero al mismo tiempo dando. Deporte, siempre deporte, pero no sólo eso; también valores, amistad, compañerismo, empatía, solidaridad… miradas como el rayo que no cesa… Y en el nudo estoy.
En mi corazón llevo a todos estos compañeros y todos estos valores. Y en mi mente, la idea de que todo debe comenzar para poder disfrutarlo. Y ahí sigo, con constancia y tesón. En la escuela para corredores DESAFIO RUNNING MOSTOLES no solo corremos y entrenamos, en este equipo hay mucha VIDA y mucho AMOR. Un sitio en el cual todo tiene sentido.